
Lo más esperado: Que a estas alturas uno considere que la nueva película de Eli Roth es una tontería como un piano no debe resultar una sorpresa, a tenor de la carrera del director de Cabin Fever, pero Toc-toc al menos resulta un entretenimiento aceptable, una suerte de Funny Games reconvertido en comedia negra en la que Ana de Armas y Lorena Izzo secuestran a Keanu Reeves en su propio hogar y le someten a todo tipo de torturas, en una especie de “venganza de género” perpetrada por dos traviesas diablesas. De aquellas a las que un cuarto de hora menos le hubiera sentado muy bien (recortando por ejemplo todo el infame episodio del galerista), pero que se deja ver con agrado, logrando arañar alguna que otra maliciosa sonrisa.
La sorpresa: El debut en la dirección del afamado actor Joel Edgerton (Warrior, Exodus) es la destacable The Gift. Lo que comienza siendo aparentemente una revisión de un estilo de thriller muy habitual en los años 90, el de invitado no deseado en el hogar, véase De repente un extraño o Falsa seducción, gira sorprendentemente hacia mitad de su metraje hacia algo nuevo y diferente. Un antiguo compañero de escuela reaparece la vida de un exitoso ejecutivo (Jason Bateman) y su esposa (la siempre excelente Rebecca Hall). El primero (el propio Edgerton) fue sometido a bullying por el segundo, y éste sospecha que en su reaparición esconde segundas intenciones. El guión es inteligente, el reparto de primera división (Edgerton terminó por llevarse el premio a mejor actor) y la puesta en escena elegante, sin pretensiones ni molestos ataques de opera prima.
Para considerar: Parece que fue ayer cuando Jon Knautz nos conquistó a algunos en la edición 2007 con Jack Brooks: Monster Slayer. Le he tenido perdida la pista desde entonces hasta esta edición, en la cual ha presentado Goddess of Love. Venus (Alexis Kendra, también co-guionista de la película) es una stripper cuyo pasado como bailarina quedó truncado tras un accidente y que tras conocer al hombre de sus sueños comenzará a enloquecer y a desarrollar una perturbadora visión de la realidad. Si bien es cierto que su desenlace deja un poco (bueno, quizá bastante) que desear, durante sus primeros cincuenta minutos despliega un valiente arrojo visual a un guión plagado de tópicos más o menos disimulados. Como thriller es discutible y tramposo, más de uno se lo verá venir enseguida, y si cuenta con ello y lo pasa por alto, es moderadamente disfrutable. Buen trabajo de su actriz principal.
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