8 de diciembre de 2023

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Cine de terror, fantasía y ciencia ficción

Breve historia del cine fantástico (I): De los inicios a los años 50

Un rápido repaso a los títulos que debes conocer de las primeras décadas del cine
Viaje a la Luna
Viaje a la Luna (1902)

LA ETAPA MUDA

El día que los hermanos Lumiére realizarón su primera sesión de cinematógrafo, convirtieron al entonces director de un espectáculo dedicado a la magia, en el padre de los efectos especiales, y del cine fantástico como tal. El francés George Méliès, impresionado por el invento, no sólo fundó el Montruil-sous-Bois el primer estudio cinematográfico de la historia, sino que fue uno de los directores más destacados del cine de comienzos de siglo, que estuvo inicialmente plagado de películas de fantasía, hasta que el público se comenzó a decantar hacia historias y dramas más realistas. Uno de los films más destacados de Méliès fue Viaje a la Luna (1902).

En estos primeros films, las técnicas de efectos especiales procedían de las usadas en el teatro, o de métodos clásicos, como la «linterna mágica». Las historias bebían de la literatura y el folklore popular. La primera adaptación de Frankenstein se rodaba en 1910. Pocos años después, en 1913, George Fuchs fundaba el Artistic Theatre en Munich, donde se asentarían las bases de la escenografía expresionista. El expresionismo alemán tendría como tema esencial el terror, como demuestra el Estudiante de Praga, de Paul Wegener, estrenada ese mismo año.

Mientras, en Estados Unidos, un conocido actor de teatro debuta en el cine. Conocido como «el Hombre de las 1000 caras», Lon Chaney sería más tarde la primera gran estrella del cine de terror.
En 1917, Chaney interpretaría a Alonso, el hombre sin brazos del circo, que se los amputaría realmente por el amor de Estrellita (Joan Crawford) en Garras Humanas, unos de los primeros films del director Tod BrowningChaney y el expresionismo alemán nos proporcionan las películas más memorables de la época. En 1917, Robert Wiene plasma las constantes del cine expresionista en el Gabinete del Doctor Caligari, al igual que haría Murnau en 1922 con Nosferatu, el Vampiro, primera versión (apócrifa) de la novela Drácula de Bram Stoker.

Metrópolis
Metrópolis (1926)

Otro clásico del expresionismo es Metrópolis (1926), dirigida por Fritz Lang. La película es considerada hoy en día como el primer film de ciencia ficción. En 1931, Lang dirigiría M, el Vampiro de Dusseldorf, protagonizada por Peter Lorre, y basada en la historia de Peter Künten. El título original, los Asesinos entre nosotros, entre otras circunstancias personales del director, precipitan su salida del país, huyendo de los nazis, en 1933.
Lang no es más que uno de los muchos directores y actores centroeuropeos que tuvieron que emigrar a América, perseguidos por el fascismo. El primer éxodo germano se produce en 1925, y se intensifica en 1927. Peter Lorre emigraría en 1935, y Bela Lugosi se fué a Estados Unidos en 1921, debido a sus actividades izquierdistas en Hungría, un pasado que ya le estaba causando problemas.

Mientras, Lon Chaney estrenaba el Jorobado de Notre Dame en 1923, y el Fantasma de la Ópera en 1925, sus films de terror más famosos.
En 1928, el cine sonoro se expande ya de manera considerable. El primer film sonoro del género que se recuerda es el Hombre que Ríe, de Paul Leni, que se había rodado una versión muda en 1927, y que se sonorizó al año siguiente para su distribución.

LOS AÑOS 30, LA ETAPA DORADA DE LA UNIVERSAL

La década de los años 30 comienza con una trágica noticia para el cine fantástico, un cáncer acaba con la vida del mítico Lon Chaney con sólo 47 años. El suceso obliga a Tod Browning a buscar a un sustituto para el papel protagonista de Drácula, que inicialmente iba a protagonizar Chaney. Finalmente, se escoge al húngaro Bela Lugosi, que llevaba varios años interpretando el papel en Broadway. El éxito no se hizo esperar, y proporcionó sustanciales beneficios a la productora. Por ello, Carl Laemne que había fundado la Universal Film Manufactory Company en 1915, decide explotar el filón, y producir numerosos largometrajes de terror durante los siguientes años.

El Doctor Frankenstein
El Doctor Frankenstein (1931)

De hecho, ese mismo año (1931), se estrena El Doctor Frankenstein, dirigida por James WhaleLugosi rechaza el papel de monstruo, que recae en Boris Karloff. En los siguientes años, muchas son las películas de terror con las que nos obsequia la Universal. Los actores se especializan dentro del género. Mientras Lugosi y Karloff interpretan a los malos, David Manners y Colin Clive son los héroes, Helen Chandler o Mae Clark son sus parejas, Edward Van Sloan es el sabio profesor que ayuda al dúo protagonista, y si hay algún secundario jorobado o de tono humorístico, será para Dwight Frye.

Se estrenan la Máscara de Fu-Manchú y la Momia en 1932, el Hombre Invisible en 1933, y la Novia de Frankenstein en 1935. La productora, como reclamo para el público, une a Karloff y a Lugosi en Satanás (1934) por vez primera. La pareja volvería a coincidir en varios films posteriormente. Pero esta explotación intensiva que hace la Universal acaba por cansar al público, lo que provoca la caída progresiva de la fama de sus estrellas y su largometrajes durante la década. En 1941, la productora intenta resucitar sus éxitos con el Hombre Lobo, protagonizada por Lon Chaney Jr., hijo de la estrella del cine mudo.

Mientras, Tod Browning había dirigido Freaks, la Parada de los Monstruos en 1932, interpretada por auténticos deformes de feria. Aunque en su día la película fue destrozada por la crítica, hoy es considerada por muchos una de las mejores películas de la historia. Un año después, se estrenaba King Kong, producida por la RKO. En 1937, los ingleses crean la clasificación H para los films de terror; y, en 1938, Orson Welles radia la Guerra de los Mundos, aterrorizando a todos los Estados Unidos.

LOS AÑOS 40, EL NACIMIENTO DE LA SERIE B

Con el inicio de la Segunda Guerra Mundial, se abre un nuevo éxodo de directores europeos a Estados Unidos. Entre ellos, el británico Alfred Hitchcock, cuyo primer largometraje «americano» es Rebeca un film romántico de suspense, que sería copiado hasta la saciedad. Hay que decir que la opinión de los emigrantes sobre América no siempre es buena. Recordemos que Fritz Lang, tras llegar a EEUU, dirigió Furia (1935), con Spencer Tracy, en la que presentaba a la clase media americana como una masa sin personalidad y fácil de manejar.

La mujer pantera
La mujer pantera (1942)

A principios de los 40, los films de serie B comienzan a ser muy populares. Eran films de bajo presupuesto, que acompañaban los estrenos de las grandes producciones. En 1942, Val Lewton se hace cargo de de los films B de la RKO. Ese mismo año, la compañía estrena la Mujer Pantera. Mientras, la Universal sigue produciendo esporádicamente films de terror. Lon Chaney Jr. es ahora la estrella, a sus papeles como licántropo se une el papel de vampiro que su padre no pudo realizar en el Hijo de Drácula (1943), y otros seres terroríficos. Pero Chaney no tiene el tirón que tenían Lugosi o Karloff. El género sigue en decadencia. Los productores comienzan a incluir varios monstruos en la misma película, como en Frankenstein y el Hombre Lobo protagonizada por Chaney y Lugosi. La tendencia llega a su punto más alto con la Zíngara y los Monstruos (1944), donde se unen Drácula, Frankenstein, el Hombre Lobo, un jorobado y un doctor loco interpretados por Karloff y Chaney, junto a Dwight Frye y John Carradine.

Pero esta no era la década del cine fantástico. Tod Browning deja de dirigir tras el fracaso de Miracles for Sale (1944). Algunas revistas llegan incluso a publicar su muerte (que no se produciría hasta dos décadas más después de la noticia).
Pero durante los años 40, dos acontecimientos marcaran el desarrollo del género en la siguiente década. Las fatídicas bombas de Hiroshima y Nagasaki de 1945 crean el «terror atómico», mientras que en 1947, el negociante Kenneth Arnold era el primero en asegurar haber visto un platillo volante. Estos acontecimientos y la guerra fría se dejarían sentir en las producciones que estaban por venir.

LOS AÑOS 50, LA CONQUISTA DE OTROS MUNDOS, LOS MUTANTES, Y EL RETORNO DEL TERROR

En 1950, el hombre llega por primera vez a la Luna. Y lo hace dos veces. Primero, en Con Destino a la Luna, y meses más tarde, en Cohete K-1. Ambos films anuncian el estilo que marcará la década. El público, cansado de los monstruos de novela, mira hacia las estrellas en busca de nuevas emociones. Es la hora de las invasiones extraterrestres, los monstruos mutantes y los viajes espaciales. En 1951, Robert Wise dirige Ultimátum a la Tierra. El robot Gort y sus amos llegan a la Tierra para hacer desistir a los humanos del uso de las armas nucleares.

Ultimátum a la Tierra
Ultimátum a la Tierra (1951)

Ese mismo año, se estrenan the Man from Planet X y el Enigma… de Otro Mundo. En Inglaterra se crea la clasificación «X», que en ese momento se usó no sólo para los films de sexo, sino también para los de terror.
En 1953, la televisión comienza a ser un rival de entidad para el cine. Para competir con ella, se crean los films en 3 dimensiones, que tendría un éxito considerable durante un tiempo, hasta la llegada del Cinemascope. Uno de los primeros films en 3D es los Crímenes del Museo de Cera. Por aquellas fechas, un tal Roger Corman producía su primera película, antes de pasar a la dirección, y en los cines podía verse Invasores de Marte y también la Guerra de los Mundos.

En la primera, un niño es testigo de la llegada de los extraterrestres, y de cómo éstos controlan poco a poco a los habitantes del pueblo. La segunda, basada en la novela de H.G. Wells, se llevaría el oscar a los mejores efectos especiales y mostraría una visión apocalíptica a la que el público (sobre todo el americano) estaba poco acostumbrado. Esta visión pesimista se repite en la Invasión de los Ladrones de Cuerpos (1956), que incluso se vió obligada a cambiar su final por otro más optimista, y se ha convertido en pieza clave del cine fantástico.

Antes de la Invasión…, en 1954, se estrena la Mujer y el Monstruo de Jack Arnold. La clásica criatura del Lago Negro protagonizaría su primera secuela sólo un año después. También en 1954, James H. Nicholson y Samuel Z. Arkoff forman la American International Pictures (AIP), que produciría, entre otros, muchos de los films de Corman. Un año después, una pequeña compañía inglesa llamada Hammer Films estrena el Experimento del Dr. Quatermass, basada en un popular personaje televisivo. Ese mismo año se estrena Esta Isla, la Tierra, de Joseph Newman. Los alienígenas de este film son clásicos, y su imagen se usaría incluso en la Guerra de las Galaxias (los músicos de la taberna).

En 1956, además de la ya mencionada la Invasión de los Ladrones de Cuerpos, hay que destacar a otro clásico, Planeta Prohibido. El film es una visión espacial de la Tempestad de William Shakespeare. Mientras, Roger Corman ya dirigía varias películas por año. Este año estrenó Attack of the Crab Monsters y Not of this Earth, rodadas (como casi toda la obra de Corman) en poco tiempo y con poco dinero. El género evoluciona, y a las invasiones extraterrestres les suceden las mutaciones atómicas como argumento genérico.

La humanidad en peligro
La humanidad en peligro (1954)

De esta forma, tras los cangrejos gigantes de the Attack of the Crab Monsters, descendientes de las enormes hormigas de la Humanidad en Peligro (1954) y el arácnido de Tarantula (1955), vienen las mutaciones humanas. En el 57, podemos ver como un hombre crece hasta el infinito en el Gigante Ataca o como se reduce hasta la nada en el Increíble Hombre Menguante. Sólo un año después, los espectadores sufren el Ataque de la Mujer de 50 Pies y ven como un ser humano se convierte en la Mosca. En 1959, la mutante del año será la Mujer Avispa, de Roger Corman.

Mientras, en 1956, había fallecido Bela Lugosi. No obstante, tendría una participación post mortem (¿quién mejor que él?) dos años después en «la peor película de la historia», Plan 9 del Espacio Exterior de Ed Wood. Ese mismo año, Steve McQueen luchaba contra the BlobForrest J. Ackerman crea la primera revista especializada en cine fantástico, Famous Monsters of Filmland, y William Castle estrena Macabre, un film de suspense mezclado con trucos propios de espectáculos de feria (los «gimmicks»). Esta misma fórmula la usaría él mismo un año después en the Tingler, protagonizada por Vincent Price.

Mientras, los monstruos clásicos vuelven a recobrar protagonismo. A principios de la década eran excusa paródica de los films de Abbott y Costello, después, eran revividos gracias a la energía atómica, como en Frankenstein 1970 (1958), o eran rejuvenecidos en I Was a Teenage Werewolf (1957) y I Was a Teenage Frankenstein (1957). Pero ese mismo año, la productora Hammer Films recupera de forma más seria los clásicos. Compra los derechos a la Universal y realiza la Maldición de Frankenstein (1957), Drácula (1958) o la Momia (1959), con Christopher Lee y Peter Cushing como protagonistas.

(Segunda parte)