
Los que ya iniciamos la década de los 30 años, añoramos los tiempos en los que íbamos al videoclub, y babeábamos delante de todas esas fundas de VHS, decidiendo cual alquilar como si fuese la última película que fuésemos a ver en nuestra vida (desgraciadamente la mayoría de las veces eran nuestros padres los que nos enviaban a alquilar la última de Stallone). Por ello, cualquier film con espíritu ochentero llama poderosamente nuestra atención, máxime si llega desde dentro de nuestras fronteras. Este es el caso de la Furia de Mackenzie, la historia de dos criminales que, en su huida de la justicia, encuentran a su paso terribles criaturas.
Hablamos con José Luis Reinoso, Paco Campano y Félix Caña, sus directores:
Sergei: ¿Qué es La Furia de MacKenzie?
Paco: Mackenzie es un film ochenteno-taleguero-de terror con monstruos, un homenaje-parodia de las películas de serie B americanas y a algunas más, con su toquecito Peckinpah macarra. Es una comedia que inaugura un nuevo género: el spaghetti-monster. También es el fruto del esfuerzo de cerca de dos años de un grupo de personas amantes del cine fantástico.
Félix: Es una película española, y es pura diversión, nada cultural, algo que desgraciadamente aún no cabe en algunas cabezas.
José: También intenta ser un “revival” de las películas del fondo de videoclub, esas que tenían unas carátulas impresionantes que hacían irrefrenable su alquiler y eran las que comentabas con tus amigos a la hora del recreo con el bollycao en la boca. Mackenzie simplemente, podría ser una película olvidada de aquella época. Y desde aquí pido un aplauso para el VHS que hizo mucho por nosotros.
S: ¿Cómo surge la idea de ambientarla en la América profunda?
P: El culpable en un primer término fue José. Somos un grupo de amigos que de vez en cuando se reunían con una videocámara para rodar películas ya de “culto” como La Matanza de Utrera. Nos disponíamos a rodar una cosa que se llamaba Drácula contra Bin Laden y José dijo “pero si lo nuestro son las películas ochenteras que pasan en una casa ¿qué hacemos metiéndonos en algo que parece Lawrence de Arabia con tanto desierto?” Y así empezó. Fuimos a Carmona y nos encontramos en pleno Texas, con esos parajes de caminos polvorientos…
J: En un principio con Mackenzie queríamos explotar los tópicos cinematográficos pero llevados a un paso más, desde la conciencia de lo que teníamos entre manos queríamos darle una visión diferente del cine clásico, personalmente odio cosas como Matrix, el ambiente de la América profunda es muy cinematográfico, un contexto ideal donde realizar salvajadas.

S: ¿Cómo se compenetran 3 directores para dirigir la misma escena?
P: No sé por qué pero esta pregunta siempre cae. ¿Tres directores? ¿Qué tiene eso de raro? Ya en serio, aunque siempre pueda haber algún roce (pero no más que con alguien del equipo), no ha sido complicado. Separábamos las funciones, alguien componía el plano, otro daba instrucciones a los actores, otro preparaba al monstruo de turno, otro le daba a la máquina de humo. Una gran ventaja también es que cuando no puedes dar el cien por cien, estás tranquilo porque sabes que hay más compañeros tirando del carro. Y sí, claro, a veces dábamos órdenes contradictorias. Pero al final está rodado con unidad y con una línea muy clara. Realmente no pensarías que hay tres directores detrás.
J: Mucho esfuerzo y tareas a repartir, éramos tres responsables mas que otra cosa y la visión de los tres ha sido bastante homogénea o, en otros casos, compatible, es como esa mierda del pensamiento único. Estamos globalizados, no lo olvides aunque ya no esté de moda…je, je.
F: Mucha gente piensa que en una película ha de existir una única visión, y por tanto un único director. Pero a veces visiones distintas pueden resultar enriquecedoras. Por ejemplo, cada uno de nosotros tiene un toque de humor diferente, y eso ha ayudado a la película. De todos modos ¿qué más dará que sean tres los directores, mientras el espíritu de lo que se hace sea el mismo?
S: La película es un homenaje a las de terror de los años 80. ¿Cuál de ellas es tu favorita?
P: No sabría decirte, porque por ahí están Carpenter, o Phantasma, o los increíbles Evil Dead, pero quizás una que reúna ese espíritu de terror y comedía con cierta ingenuidad ochentena sea El Terror Llama a su Puerta.
J: Alien, los Goonies, Temblores… etc. Aparte de las que se han comentado hay infinidad de ellas.
F: El Resplandor, Heavy Metal, Hellraiser, Razas de Noche,… yo que sé, hasta las malas eran buenas.
S: ¿Puede Rubén «Cucaracho» Hernández convertirse en el Bruce Campbell español?
P: Visto lo visto no dudo que sí. Tiene todo un repertorio de caras que nada tienen que envidiarle a Mister Campbell. Ha sido un acierto, aunque él luego nos pida siempre que le demos el mínimo diálogo posible.
J: Será lo que él quiera, tiene mucho potencial, el cine español tiene un héroe en Rubén, lo mejor es que es un tío “enrollao”.
F: Lo más gracioso es que al principio se negaba a ser el protagonista y decía que estábamos locos por confiar tan ciegamente en su capacidad interpretativa, pero todos sabíamos que sin él como Mackenzie nada de aquello tendría sentido. Y no nos equivocamos, porque es que el cabrón se come la cámara.

S: ¿Qué ha sido lo que más trabajo ha costado hacer de la película?
P: Han sido tantas cosas; para empezar el mismo rodaje, que se alargaba sin cesar y, aún cuando sólo nos quedaban unas páginas del guión, parecía que no se terminaría nunca. Después lo más duro ha sido hacer los efectos especiales, que también se alargaron lo suyo y en lo que todos nos tuvimos que poner las pilas. Pero quizás lo más duro fuera el sonido de la película. La de días que hemos pasado rugiendo delante del micrófono o intentando sonorizar los pasos de los monstruos.
J: Terminarla, el día a día, los parones entre los días de rodaje, que se acabó el papel higiénico… Es algo muy costoso, ¡Dios, dónde nos metimos!
F: Conservar las amistad… es broma. Sinceramente me cuesta recordar algo que no nos haya costado sudor y lágrimas, desde conseguir rodar plano en exteriores y de noche con tres tristes focos, hasta aguantar una dieta rica en salchichas baratas.
S: ¿Veremos la película en los cines?
J: Ojalá, todo se andará.
P: Nuestro productor Gervasio Iglesias, de La Zanfoña, afirma que sí, así que habrá que creerle. Coñas aparte, la película se va a intentar pasar a cine y para ello vamos a tener que trabajar mucho. Para empezar, tendremos que terminar el diseño de sonido en 5.0 como estaba pensado desde un principio, ya que ahora está en estéreo. Aparte intentaremos perfilar los efectos especiales y, ya que estamos, añadiremos alguna sorpresa para quien ya la haya visto. La versión de cine será una versión “re-monsterizada”.
S: ¿Será Mackenzie una saga? Si no, ¿qué otros proyectos preparáis?
P: Estaba concebida como tal, y seguro que la segunda parte será motivo de controversia porque creo que cada uno tenemos pensada una continuación distinta. A mí me encantaría hacer una pre-cuela al más puro estilo Pat Garret & Billy the Kid, con Apolo persiguiendo a Mackenzie por los polvorientos pueblos de Texas, mezclado con Salem´s Lot. En cambio José tira más por la secuela. De todos modos yo por ejemplo estoy trabajando en un proyecto más “serio” también dentro del género fantástico, que a ver si puedo sacar adelante. Lo que más me gustaría es que todo fuera sobre ruedas y cada uno pudiera trabajar en sus propios proyectos y que de vez en cuando volviéramos al mundo Mackenzie como un divertimento. Pero quizás eso sea soñar demasiado.
J: Lo peor es que tenemos más ideas aparte del submundo Mackenzie, puede ser algo totalmente alejado a lo que hemos hecho, ¡tenemos tanta imaginación que nos sale por el culo!
F: Si la gente quiere más Mack tendrá más Mack, y si no quieren, pues puede que también acaben teniendo más Mack.
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